Había una vez, un mundo donde reinaba solo un mago con
poderes, que hacía que ese mundo cobrara vida y siguiera existiendo.
Pues ese mago controlaba el castillo, y el corazón del
castillo era un árbol de navidad y la estrella era un símbolo de dragón
pequeñito que cobraba vida, si el dragón pequeño seguía vivo el mundo cobraba
vida y color.
Pues había algo malo en ese mundo, y es que existía un dragón
gigante hechizado por el mal, con los ojos rojos y lo único que quería era
matar al corazón del castillo, pues cuando ese dragón intentaba atacar árbol de
navidad, el mundo se ponía sin color, frió, con niebla.
La función de ese mago era poder quitar el hechizo de ese dragón
para que pudiera vivir en paz y cuidar de su bebe que era el símbolo del árbol.
El mago después de 3 o 5 años intentaba con todos sus super poderes, con su varita mágica descubrir el método más sencillo y eficaz de
quitar el hechizo y que todo vuelva a la normalidad, pues según iba pasando los
años, la estrella más viva del árbol iba muriendo, porque se encontraba triste
ya que su padre, el dragón gigante estaba hechizado y no encontraba el espíritu
navideño.
Pero cada vez el mago se iba haciendo más viejo y llego un
momento en el que sus poderes y el murieron, y le sustituyo una bruja que vino
de lo más lejos y como esa bruja tenia poderes que pasaban fronteras, tierras,
mares incluso planetas que lo único que hizo ella es cerrar los ojos y ponerse
a volar rodeando el castillo rápidamente con su escoba y el dragón gigante le seguía
para comerla y matarla, pero la bruja deseo con tanta fuerza rápidamente alrededor
del castillo que todo vuelva a ser como antes y que el dragón quiera a su hijo
y protejan el castillo del mal.
¡Y ASÍ SUCEDIÓ!
¡TODO VOLVIÓ A LA NORMALIDAD!
No hay comentarios:
Publicar un comentario